Pues eso, ahora estamos esperando el empujón final, ese que hará que la cosa sea redonda. Estas semanas pienso mucho en la presentación, en el anuncio para la promoción del libro y en todo lo que ha costado que este proyecto sea una realidad.
A partir de septiembre voy a dar un giro a muchas cosas en mi vida, la cuesta más grande me toca afrontarla ahora y espero tener lo que hace falta para llegar a la cumbre. El periodismo no es una profesión tan bonita como algunos la pintan desde fuera.
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